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La Dragonificación es la habilidad que adquiere un Dragon Slayer de la Sexta Generación para transformarse en Dragón.
Descripción[]
Esta habilidad permite cambiar la fisionomía de un humano cambiando su apariencia física convirtiéndose en un Dragón, pero esto conlleva el abandonar su humanidad y requiere que el usuario posea una extenuante cantidad de Poder Mágico para volverse un dragón tanto en cuerpo como en mente, puesto que estos son criaturas muy poderosas. En esta forma reluce la verdadera naturaleza del Dragon Slayer, multiplicando su poder así como también sus capacidades físicas.
De forma similar a la magia de Transformación, Oliver puede alternar entre sus formas ya que el cambio no es permanente, pero entre su uso deberán pasar varias horas.
Habilidades[]
Vuelo: Siendo un dragón, Oliver posee la capacidad de volar y moverse libremente con sus grandes alas, pudiendo maniobrar y realizar ataques en el aire. Además esto le permite recorrer grandes distancias en poco tiempo.
Inmensa Resistencia: Como todo Dragón, sus escamas son sumamente resistentes a impactos físicos y a ataques mágicos, incluso a temperaturas extremas. También, ya que posee características mentales de un humano y dragón simultáneamente, se vuelve prácticamente inmune a cualquier objeto o magia que manipule su cuerpo o mente.
Fuerza de Dragón: La fuerza física de un Dragón supera con creces a la de un humano dado a su tamaño descomunal. Oliver es capaz de reducir un área en escombros con solo posarse allí demostrando la brutalidad de un dragón, inclusive es capaz de repeler ataques directos son con su fuerza bruta.
Magia de Dragon Slayer: En esta forma el poder mágico de Oliver se vuelve abrumador e incalculable, y su control sobre los Rayos se vuelve casi absoluto y destructivo, ya que sus hechizos se vuelven mucho más potentes.
Curiosidades[]
- Esta habilidad es la antítesis de la magia Regresión.