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El Despertar de los Pecados | |||||
Kanji | 罪業の覚醒 | ||||
Romaji | Zaigō no kakusei | ||||
Número | 1 | ||||
Saga | El Renacer del Caballero | ||||
Cronología | |||||
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El Despertar de los Pecados (罪業の覚醒, Zaigō no kakusei) es el capítulo #1 de El Renacer del Caballero.
Sinopsis[]
Música a todo volumen, juegos de luces y fuegos artificiales que iluminaban la noche. Fiore estaba de fiesta, o al menos una parte de este reino. Habían vuelto, uno de los gremios más populares estaban de vuelta en el reino luego de poco más de tres años sin actividad.
El gremio más fuerte ha regresado. ¡Phoenix Feather!— Gritaban con alegría sus miembros. Y así era, como un fénix volviendo a la vida de sus cenizas. La nueva maestra del gremio, Nozomi Takahashi, había anunciado que el gremio volvería a mostrarse activo, esto fue un mensaje para todo el continente. Esto bastó para que sus viejos miembros se reunieran de vuelta, y para también atraer a nuevos. Además, se habían anunciado a los nuevos Magos Clase-S, Steiner Zeniroth y John Uskglass. La noticia alegró a todos, y dio pie para celebrarlo, como era habitual en el gremio, todo se celebraba y festejaba, el buen ambiente no se había perdido. A pesar de que no todos los miembros asistieron, estaban la mayoría de estos.
Las horas de la madrugada llegaban a su fin y el día comenzaba a asomarse. Ya por la mañana se habían ido la mayoría a descansar puesto que la fiesta había terminado, solo quedando unos pocos. Entre ellos, Nozomi y Allen, quienes se encontraban charlando antes de que este último se retirara. —¡Hay un problema!— Interrumpió Elizabeth, quien se mostraba un poco agitada.
Por otra parte, a cientos de kilómetros de distancia, más específicamente en las afueras del continente, había una reunión dentro de un demacrado castillo bajo la cornisa de una montaña. Un joven alto y de cabello plateado se adentró por unos pasillos para terminar por detenerse en la entrada de una habitación, que a pesar de demostrar su antigüedad se mantenía cuidada. —Lamento interrumpir, solo vengo a informar que Ingrimm ha regresado.
En lo que parecía ser la sala principal del castillo, principalmente por su gran tamaño, se encontraban allí reunidos un grupo de individuos de características llamativas. Pero quien parecía ser el centro de atención era Ingrimm, una mujer de figura esbelta, que en contraste con su delicada apariencia su personalidad arrogante mantenía al resto callados. Acto seguido apreció el hombre de cabellos plateados, acompañado de una mujer de apariencia angelical. —Como siempre, terminas por hacer las cosas a tu manera.
¿Porqué ese tono, Lilith, acaso no cumplí con el objetivo?— Expresó Ingrimm, con una mirada de disgusto. —¿A que precio? Debes tener en claro que se te encargó eso solo por tu Maldición Explosiva.— Respondió de forma simple Lilith, mirándola con indiferencia. —No juegues a la líder conmigo, o lo siguiente que explote será tu tan lindo rostro.— Como era de costumbre, debido al temperamento de Ingrimm, ambas discutían siempre que se veían. —¡Ya ya! Lilith, todavía no explicas el porqué enviaste a Ingrimm a armar un revuelo. Esos sucios humanos pudieron haber caído esta misma noche.— Interrumpió un hombre de apariencia similar a una mariposa. —Solo hay que esperar a que ellos hagan su movimiento, Ziliáris.— A pesar de que esta respuesta no había resuelto la interrogante, había dejado claro que tan solo quedaba esperar.